miércoles, septiembre 10, 2008

Pésame

Y te vas entre frustraciones y condenas,
bajo el eterno sigilo pedregoso
y los sinsabores terrenales de las causas y los efectos.
Se intentó mutar,
salvaguardar las escenas antaño incorruptibles y febriles
que sólo olían a caminatas divergentes sobre la alegre acera de enfrente.
El daño fue insostenible y destructivo,
cancerígeno y maligno,
corrupto y devastador.
Nada pudo hacerse,
aunque nos emanara de a poco un sollozo limítrofe de sinceridad
y angustia remitida sin destinatario.

Y me voy perdido en una noche quebrada por las interpretaciones del silencio,
junto a la locura postiza que nos derrapó la ansiada y vertiginosa aventura.
Se intentó huir del ruido mundano y contaminante con cobertura de amistad.
El desconcierto fue intrépido, casi un holocausto.
Dejó heridos y otros en agonía.

Perdón es lo que buscan todos ahora.
Perdón es lo que pido.
(y hasta, tal vez, sea más benéfico el olvido)

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