...ahora cumplo,
sólo me acometo a practicar mi palabra,
sin prometer ni jurar en vano,
sin promiscuas verdades ni manoseos rebuscados e ignorantes.
Salto al vacío sin esperar rescate.
Dos segundos pienso en lo más tarde que me trajo al desierto,
con tornos grises, con humo de ideas anoréxicas, con tratados: ecuánimes y catalépticos.
Sufijo de comprimidos pesares marea la orgánica alegría del momento.
- Olvídame, cuando baje de los sueños que conseguí en silencio.
- Olvídate, de las sombras anestésicas de tus páginas caídas en el insomnio.
- Celebra, cuando el día benigno llegue a fusilarme los prejuicios.
- Cantemos, mientras evitemos resistir los hechizos de adictiva suavidad.
Como si fuera fácil...
miércoles, octubre 08, 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)