viernes, agosto 03, 2007

2 en 1

Pensar, pensar, pensar...
...y las ideas funden mi cerebro imaginando, inventando, almacenando.
Los estados desde alfa a omega me tienen intoxicado,
vuelvo atrás y miro desde lejos,
todo queda tan lejos.
El ahora es inmenso e inmesurable, no veo límites ni fronteras,
todo ha quedado al descubierto y mi cerebro fue incapaz de tranzar,
sólo se dejó llevar; recibió la toxina como si nada importara, y viajó.
La extraña comunicación acordada entre los pequeños mundos internos
se vió interrumpida.
Y todos discutieron.
Y todos alegaron.
Y todos respondieron al llamado de un pequeño ser que estaba escondido al fondo del pasillo
Era tan pálido y flaco otrora, que pasaba inadvertido.
Casi nadie lo había notado cuando desapareció y mucho menos cuando volvió.
Al parecer estuvo prisionero - murmuraron - o simplemente se ocultó en su etapa de crisálida - dijo otro -.
Yo lo ves hoy, con sus enormes alas desplegadas, su brillante cabellera negro y sus ojos..
Sus ojos color cielo...
No azul ni celeste, si no cielo; como cuando miras y te sientes perdido ante el imponente infinito.
Había cambiado, claro. Su mirada era penetrante y quemaba si osabas mirarlo de frente.
Su presencia podía sentirse en todos los planetas alrededor.
Los pequeños mundos, ahora más pequeños, se sintieron inmolados ante la aparición de su figura.
Era esbelto y contemplaba todo y a todos con un cálido y fraterno orgullo, que se sentía hasta lo más profundo.
Echó un vistazo a todos los otros seres que lo admiraban con los ojos perdidos en el tiempo.
Y se sentó junto a ellos.
Y permaneció quieto...

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