miércoles, mayo 09, 2007

núm3r05

Números en todos lados, los pies cruzando la línea del metro, las manos alzadas en los buses que chocan con las miradas perdidas entre el techo y las ventanas.
La sinergia de las mañanas llenas de melancolías de sueño y sueños entumecidos color otoño, y las bisagras de los párpados resecas de frío madrugoso, desfilando imprecisas en la alfombra de zombies grises y asumagados, vigilando en sus puestos de combate la proximidad de los enemigos del perpetuo viaje que los llevará a la labor diaria.
Números descontándose de mi plástico pasaje hacia un destino cierto pero inseguro, obligándome a detenerme por momentos y cambiar el vehículo, y de colores, y de números.
Cifras indiscretas, que revelan nuestros pasos sin disimulo, nos entregan a los capitales del imperio, nos enclaustran en la madeja social sofocante y obligatoria; pero nos convierte en uno de esos, de esos números sin alma, agobiados de malestar algebraico, en innumerables ocasiones, hasta contar historias es numeral y fatídico.
Los números de tu vida; cumpleaños, run, dirección, teléfono, calzado, talla, micros, sueldo, deudas, patentes, folios, contratos, notas, amigos, enemigos, hermanos, parejas, amantes, concubinas, casas, autos, perros, gatos, cuadras, esquinas, semáforos, paraderos, años, meses, semanas, minutos, segundos, frames, pastillas, remedios, goles, trabajos, caricias, besos, orgasmos, sábanas, quejas, frases, palabras, letras, puntos y comas... hasta la fecha de tu muerte.

miércoles, abril 18, 2007

1200

EL CIGARRO MATA 1200 PERSONAS AL DÍA....
¿¿HAS PENSADO EN TOMARTE UN DÍA LIBRE??

domingo, abril 08, 2007

KOYAANISQATSI

KOYAANISQATSI

“o la vida fuera de equilibrio”



INTRODUCCIÓN

¿Cuántas veces vemos que se nos pasa la vida sin hacer mucho por ella, o por nosotros mismos?

¿Cuántas veces nos sentimos vacíos por la falta de tiempo, por tener que trabajar, estudiar, comportarnos y actuar para no dejar de ser quienes somos?

Son pocos los momentos que realmente nos detenemos a pensar en las cosas que tenemos alrededor. En el cielo, las nubes, el cantar de los pájaros, el vuelo de los insectos, el sonido del viento o simplemente la caricia de un otoño invitándonos a compartir una tarde de reflexión.

Esto es lo que me deja KOYAANISQATSI.

Un documental que no es documental, una película que no es película, una obra de arte tan conceptualmente simple, que llega a asustar por mostrar las maravillas que nos rodean, muchas veces a unos centímetros de nuestro “metro cuadrado”. Además, acompañado por una banda sonora que estremece, por su directa manera de llegar al centro de los sentidos, sobre las imágenes, con increíbles golpes sonoros que pueden llevar a la perfecta comprensión de cada instante, dándole una identidad musical y sensitiva extremadamente empática.


MI VISIÓN

Vienen a mi mente grandes trozos de la obra, como un torbellino, en el mismo idioma de trances y trazos artísticos que el director dibujó.

Nubes caminando por el cielo, plasmando figuras con sus sombras, sobre los edificios dormidos en la rutina de la ciudad; grandes postales de naturaleza olvidada y manoseada por el hombre; lejanos paraísos humillados y abandonados; grandes capitales y grandes avenidas, con ríos de gente y vehículos, corriendo por vertiginosos torrentes de estrés y rutina, dejando haces de melancolía superflua; antiguos habitáculos con aroma a cementerio, destruidos por las mismas manos creadoras mientras se desploman sus rostros de asolada tristeza; gente perdida; contrastes monumentales entre diferentes velocidades de movimiento.

Podría pasar toda la vida dando referencias, porque he quedado fascinado con el o los mensajes depositados en el filme; corrupción de la naturaleza, pérdida de conciencia humana, destruir por construir, grandes mega-rascacielos, como demostraciones de lo grandes que nos sentimos pero de lo pequeños que somos, tratando de tocar el cielo con ellas; de hacernos notar frente a alguien o a algo de que estamos aquí…


MIL IMÁGENES, UN MILLÓN DE PALABRAS

La película nos presenta las imágenes de un planeta solitario y pacífico, a través de los ojos del director, pero, al ser carente de diálogos, nos invita a reflexionar y a otorgar nuestro propio punto de vista, cargado de prejuicios ingrávidos e incongruentes, pero de fácil metamorfosis ante las nuevas reglas de la amplitud mental.

Todo comienza con los desnudos desiertos, con las imponentes montañas, con la naturaleza viva de por si, indómita, sin grandes trastornos, con montajes de alta duración, mostrados casi hasta el hastío y de mano de la música, tal vez para recordarnos lo que debemos memorizar para una posterior visión.

Ayudados por la cambiante velocidad de filmación, logramos ver cosas que ni imaginábamos, como el crecimiento de platas, o las erosiones naturales, producto de vientos y agua, que tardan años y a veces siglos en producirse y, que sólo hemos logrado ver gracias a las nuevas tecnologías, presentándonoslas en “cámara rápida”, pero grabadas bajo el silencioso y cómplice ojo del camarógrafo.

Una de las ideas generales que encontré, fue el repetitivo recordatorio de los decorados, como haciendo un llamado a nuestra mente a mantener cada fotografía y ángulo, como si se tratara de que nuestro pequeño cerebro no fuera capaz de alcanzar una objetividad concluyente, y nos enseña a mirar el mundo de una nueva manera, tal vez, tomándonos un poco de tiempo antes de correr tras la micro o antes de fusionarnos a los demás pasajeros del metro.

Por otro lado, vemos la realidad a la que estamos acostumbrados día a día, correr por las calles yendo de un lugar a otro, como si fuéramos meros elementos que recorren un camino desde un punto de origen a otro de destino, sin importar el mundo circundante, encumbrando edificios, construyendo máquinas destructoras/constructoras, devastando el ancestral mundo que nos fue heredado con nuestras ciudades, los caudales de humanos y vehículos que no se detienen, como una carrera por la eternidad, con ritmo frenético y rutas esquizofrénicas , mostrándonos que el ritmo de la vida no puede detenerse por nada.

Mis preguntas son: ¿podremos continuar corriendo de esa manera?, ¿logrará tamaña cantidad de seres darse cuenta de su entorno?, ¿nos detendremos algún día antes de derrumbar el planeta?

Tal y como se ve al llegar al final de la cinta, como una enorme mole de acero construida por las manos del hombre, con el fin de viajar y colonizar, tal vez, otro mundo para volver a empezar, de buena o mala manera, comienza a despegar, demostrando las agallas y el poder humano por sobre la naturaleza, invitándonos a tocar por fin el cielo, subjetivamente, entonces, mientras observamos al orgulloso gigante de metal ascender hacia el infinito, vemos como esta explota frente a nuestros incrédulos ojos , como un oscuro presagio a nuestra sociedad . Y el tiempo se detiene. Y pensamos. Y los científicos buscarán el error y recomenzarán. Y volveremos a nuestra rutina. Y probablemente no volveré a ver documentales y a opinar sobre ellos.

¡Qué desastre!

Y justo que me estaba empezando a acostumbrar.


ASPECTOS TÉCNICOS

Película filmada entre 1975 y 1982, dirigida y producida por Godfrey Reggio , con la inmejorable música de Phillip Glass y con Ron Fricke en la dirección fotográfica.

Su nombre viene del idioma Hopi, una tribu india de Norteamérica, y, pese a no ser una traducción literal, KOYYANISQATSI quiere decir “Vida fuera de equilibrio”.

Gracias a www.youtube.com por ser la gran enciclopedia visual de nuestros días, ya que no logré encontrar la película en ninguna parte y mi ritmo de vida no me permitió verla en clases, y a “Ares regular”, mi programa p2p favorito que me permitió descargar la película de Internet en último momento para poder apreciarla en un lugar más personal y pacífico, lo que me ayudó a obtener un resultado mas objetivo dentro de mi subjetividad, en pro de la visión del director.

miércoles, marzo 21, 2007

autumnus-automne-autumn-fall-otoño


Llegó,

por fin,

mi estación favorita.

Mi lugar preferido dentro del año.

Las temperaturas que acarician la soledad, mezcladas con árboles desnudos y soplos de viento húmedo.

Recuerdos innombrables,

pensamientos que se van, cabalgando sobre las hojas perdidas de los arbustos vigilantes.

Las razones para una conversación cercana y amistosa, bajo la sombra de las nubes de la tarde.

Olor a nostalgia,

a desdén y a somnofilia.

Me vstiré de otoño una vez más.

jueves, marzo 08, 2007

noche...


Noche.

Estrellas.

Cielo nocturno.

Luna incompleta subiendo al infinito.

El silencio acompaña desde el atardecer del aún verano.

Caminando mirando nada, pensando en todo... imaginando... demasiado...

Creyendo en cada paso, lastimandome los recuerdos mientras deambulo somnoliento en los rincones de un momento solitario.

Oigo el vacío, veo la esquina dibujada en torno al brillo del satélite terrestre. Inspiradora de temores, de romances, de poéticos pensamientos, de nebulosas decisiones...