viernes, octubre 19, 2007

esperando a nadie

... argumento inultilmente, tal vez, aunque pretendo
no saber, ni siquiera darme por enterado,
de alguna manera autómata o pequeñamente
irracional.
Esquivo mis propias vagas ideas de idealismo
importado, mientras aún no gestiono la
conclusión asertiva sobre el movimiento
eólico de el año entrante; ni del presente,
asumiendo profundamente, sucumbiendo una
vez más y como siempre a la lejanía y al
asombro simultáneo y rígido que libera
las angustias pasajeras del tren de la
grisácea ciudad...

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